Los retos que nos planteamos tienen siempre vertientes diversas. Los hay más físicos, los hay más técnicos…
… pero el Lenin es sobre todo, psicológico. Es como enfrentarse al grandullón de la clase, ese que te pinta los libros y te roba el donut. Da miedo, pero... !!qué ganas de plantarle cara¡¡. No esperamos dificultades técnicas, más allá de las que plantean los glaciares. Pero pasar de los 7.000 metros, asusta. ¿Hay tanta diferencia entre un pico de 6.500 y otro de 7.000 m?. Probablemente, sí la hay, pero de nuevo el factor psicológico, esta vez en forma de número siete hace que parezca mucho más alto, mucho más inalcanzable.
Tenemos muy pocas dudas sobre lo que nos vamos a encontrar: serán cerca de 15 días seguidos intentando subir la montaña, mucho frío y mucha altura. Nunca hemos estado tanto tiempo en el mismo monte, ni hemos experimentado la mecánica de expedición de asedio: montar campamento, bajar a descansar, volver a subir... Tampoco nos habremos sentido nunca tan pequeños ni tan sumergidos en las tripas de un gigante de hielo.
El 25 de agosto nos vamos a Bishkek, capital de Kyrgyzstan. Al día siguiente partimos a Osh en un vuelo interno, y desde allí al CB (3.800m) en un todo terreno. Si todo va bien, el 27 estamos ya durmiendo en la montaña. Los 14 siguientes días se emplearán en ir superando los 3 siguientes campamentos (los dos últimos hay que aprovisionarlos) situados a 4.400m, 5.300m y 6100m. El 16 de agosto llegamos a Madrid.
Información sobre el Lenin
http://www.summitpost.org/mountain/rock/150355/pik-lenin.html
