El Parque Nacional de la Vanoise se creó inicialmente con el propósito de proteger a las cabras montesas, pero actualmente es un lugar destacado en la protección de la fauna y de la flora. Con más de 53.000 Has, posee 107 montañas de más 3.000 m de altitud (en el Pirineo hay 212) y algunos de los paisajes mas espectaculares de los Alpes Franceses.
Es cierto que es uno de los parques más famosos de Francia, y eso conlleva un precio (materializado en la masificación de algunas zonas), pero también lo es que dado su tamaño no resulta difícil encontrar rincones excepcionalmente bellos e inesperadamente desiertos.
REFUGE DU MONT POURRI (2.373 m)
Nos internamos en el Parque Nacional de la Vanoise. Ya visitamos el parque en 2017, en la vertiente Norte (Palognan la Vanoise), pero sólo por unos pocos días. Merece la pena regresar y explorar con más detenimiento esta joya alpina.
Nuestro destino es el refugio del Mont Pourri, una mole de 3.779 m, la segunda más alta del macizo.
El punto de salida es e Refugio de Rosuel, a 1.556 m, donde dejamos el coche. Desde allí, se toma un camino que retrocede un kilómetro (oeste) hasta unas casas. Una vez allí, enfila la ladera (este), salvando la franja rocosa por su parte superior.
Durante todo el camino, se tiene una perspectiva fantástica del Aliet (3.100 m), una pirámide de roca casi perfecta.
También es visible la cabecera del valle, en el que se adivina el Lac de la Plagne y el Col de Palet, ambos objetivo de otra excursión.
Después de pasar unas granjas se llega al refugio, donde degustamos un sirope. Nos hemos aficionado a este mejunje francés consistente en un chorro de concentrado de frutas (totalmente artificial, claro) en un vaso de agua.
Desafortunadamente, no tenemos vistas del Mont Pourri (3.779 m) ni de su maltrecho glaciar.
Para regresar, optamos por otra ruta. Continuamos el camino hacia el NE, en ligera subida. Se pasa por el antiguo Refuge du Mont Pourri, convertido hoy en un pequeño museo (cerrado cuando estuvimos).
Poco después, comienza el descenso hacia el valle. Puede optarse por un camino que (derecha) nos llevaría a la mitad del camino que hemos tomado para ir al refugio, o descender algo más, desviándonos a la izquierda por unos cientos de metros.
Un indicador nos indica dos posibilidades: remontar el valle y cruzarlo más arriba para volver por el camino del Lac de Plagne o ir por el camino de las cascadas (“peligroso” según el cartel). Optamos por la opción rápida (y "peligrosa"), que conlleva un pequeño destrepe.
Se pasa junto a la preciosa Cascade de la Guraz, un salto de agua sobre roca negra, lo cual provoca un contraste muy estético. Desde el camino del Lac de la Plagne, resulta aún más bonita.
Llegamos al parking, bastante concurrido.
D 13 Km
D+ 930 m
T 4h25’
ROCHER DE LA DAVIE (3.157 m)
Hay un pico que llama la atención poderosamente: La Grande Sassiere. Es una mole de 3.747 m, cuya vía normal es, a final de verano, totalmente seca (es decir, no se pisa nieve o hielo). Toda una excentricidad en los Alpes. Nuestro objetivo, no es La Grande Sassiere, al menos de momento, sino una cumbre secundaria y relativamente poco frecuentada: Rocher de la Davie.
Para acceder a esta montaña, hay que ir a Tignes. Este pequeño pueblo, se ha convertido en el paradigma de lo que implica el desarrollo del esquí alpino: grandes aglomeraciones humanas en zonas de alta montaña, desarrollo urbanístico descontrolado y proliferación generalizada de remontes, telesillas y demás cacharros a zonas donde debería reinar sólo la tranquilidad de las alturas.
Miramos para otro lado, y tomamos la carreterilla que lleva al Lac du Saut, punto de partida de nuestra ruta (y la de la Grande Sassiere).
El camino arranca en sentido opuesto al lago (oeste), y al poco toma un desvío a la derecha, no muy marcado.
Se pasa junto a unas casas de pastor en ruinas, con el tejado de piedra. Este tipo de construcción es muy típico de la Saboya, y tiene su máximo exponente en pueblos como Bonneval sur Arc.
Desde el principio, resulta visible la Grande Motte (3.653 m), cumbre con un gran glaciar tristemente mancillado por un teleférico. También la cercana Grande Casse (3.855 m) y el Mont Pourri (3.779 m)
El camino está muy poco marcado, y en ocasiones es fácil perderlo. Hay que estar muy atento a los hitos. En nuestro caso, a los 3,5 Km aproximadamente, continuamos recto por una pradera que llevaba a un collado. Todo parecía indicar que el itinerario iría a dicho collado, para continuar posteriormente por el espolón de la derecha, que lleva a la cumbre.
No era así, y finalmente tuvimos que “escalar” unas praderas con una gran inclinación. La recompensa a este despiste pasajero vino en forma de Edelweiss, de los cuales vimos unos cuantos.
Ya en el camino, continuamos por la arista (loma) oeste de la Rocher de la Davie hasta su cumbre.
El paisaje desde arriba es impresionante: La Grande Sassiere, con su glacial vertiente oeste, está realmente a tiro de piedra. Se observa a los montañeros progresar por su vía normal, desprovista totalmente de nieve.
Pido permiso para volar el dron a un francés, que amablemente me dice que no, que me espere un rato… Tuvimos que esperar a que este señor finalizara su comida y se fumara un cigarro para volar nuestro cuadróptero de 250 gr de peso.
El regreso transcurre por el mismo camino… excepto el tramo en el que nos desviamos, claro.
D 12,8 Km
D+ 980 m
T 4h
No satisfechos con la ascensión Ester propone acercarnos al Lac de la Sassiere, bajo la aguja del mismo nombre.
Ascendemos por la pista, y bajamos por el camino. Desde el lago, destaca la Tsanteleina, un monte de 3.602 m que hace frontera con Italia, y que se reparte entre dos parques nacionales: La Vanoise, en Francia, y e Grand Paradiso en Italia.
Con esta propinilla, nos hemos metido 7,6 Km y 200 m de propina.
MONT JOVET (2.558 m)
Hoy queremos tomarnos el día algo más tranquilo. Elegimos un pico de modesta altura, pero que tiene dos alicientes remarcables: el camino está poco concurrido (desde donde nosotros lo subimos), y, sobre todo, su posición entre la Vanoise, Ecrins y el macizo del Mont Blanc lo que le convierte en un mirador excepcional.
El itinerario que elegimos, parte en las cercanías de Notre Dame du Pre, concretamente en una pista que sube por la ladera oeste de Mont Jovet. Dejamos el coche en un recodo de la pista, y continuamos a pie.
Este primer tramo es algo aburrido, ya que discurre enteramente por pista por unos 4 Km aproximadamente.
Por fin dejamos la pista, y ascendemos por un sendero al Col du Jovet (2.405 m). Aquí se acaba la tranquilidad, ya que las otras vías de acceso sí que son populares.
Desde el collado al Mont Jovet hay un último repecho que no supone un gran esfuerzo.
Las vistas son, tal y como estaba previsto, alucinantes. El Mont Blanc y todo su macizo está totalmente despejado, y se distinguen gran parte de sus cimas: Grandes Jorasses, Dent du Geant y otras tantas.
Además del Mont Blanc, son visibles cumbres de la Vanoise como el Mont Pourri o Grande Sassiere, de los Ecrins (la Barre dels Ecrins y la Meije) y del Beaufortain.
Hacemos varias tomas con el drone, que la verdad, quedan bastante bien.
Continuamos la cresta hacia el este, para, en un cruce de caminos, tomar uno que lleva al Refuge du Mont Jovet. Este refugio, fue construido en 1.890, es un veterano de los Alpes.
Desde el refugio, continuamos por una pista que bordea por el sur la línea de cumbres (una alternativa interesante es ir por dicha línea de cumbre en lugar de bordearlas).
Al llegar a un cruce, en el extremo occidental de las cumbres que bordeamos, se toma un camino no muy marcado que discurre entre prados de vacas. Hay que estar algo atentos a los postes de madera con las indicaciones. Se llega tras 4 Km a la pista que hemos tomado en el ascenso, y poco después, al coche.
D 15 Km
D+ 790 m
T 4h
TRESMILES DE TOURS: Pointe des Fours (3072m), Pointe Sud de Bezin (3061m), Pointe Nord de Bezin (3026m), Pointe de la Met (3041m).
Jamás tantos tresmiles salieron tan baratos. Cuatro tresmiles, con un desnivel inferior a 1.000 m y en menos de 4 horas… ¿Alguien da más?
Para llegar al punto de partida, Pont de la Neige (un parking situado en la D902, en la vertiente sur del Col de l’Iseran), debemos atravesar la Val d’Isere. Para cualquiera que ame a las montañas, esto representa un mal trago. Aún reconociendo que el estilo arquitectónico de las construcciones (mayoritariamente) ha intentado adaptarse al estilo de la zona, tal aglomeración humana, así como los infinitos remontes y telesillas que aparecen por todas partes, hacen que se te caiga el alma a los pies.
Pero todo tiene su final, y en este caso el Col de l’Iseran parece que es el final de semejante desmadre y el comienzo de un entorno algo menos domesticado.
Yendo a lo que nos ocupa: la ruta de hoy enlaza 4 montañas de más de 3.000 m, sin dificultad alguna. Y lo que es mejor, la cabalgada por la cresta, ofrece unas interesantes vistas de las cumbres circundantes, y atraviesa algunos paisajes curiosamente parecidos a la luna.
Desde el parking del Pont de la Neige (2.540 m) se toma el sendero que sube hacia SW. No hay más senderos, por lo que no hay pérdida posible.
El entorno es calizo, de ese tipo de roca caliza gastada que recuerda la piedra pomez. Hay además, bastantes neveros para la época del año.
Tras 1,5 Km aproximadamente, lo abandonamos (izquierda) para ir ascendiendo a un pequeño collado a unos 2.780 m. Desde este punto se tiene una buna perspectiva de nuestro primer objetivo, Pointe de la Met (3041m), así como del segundo (Pointe Sud de Bezin,3061 m).
No hay muchos hitos, pero con algo de imaginación se alcanza la Pointe de la Met, algo menos de 2 h desde el parking.
El pico l’Albaron es impresionante.
Desde la cumbre, se desciende al collado de Bezin, y desde éste, a la Pointe Sud de Bezin (3061 m), 45 minutos después.
El descenso de esta punta, resulta algo incómodo.
La Pointe Nord de Bezin es bastante escarpado desde el collado de Bezin. No tenemos información de lo complicado que puede ser, por lo que hacemos trampa: bordeamos por el oeste la cumbre, por el camino que lleva a Pointe des Fours, hasta llegar al collado que separa dicha montaña con la Pointe Nord de Bezin. Desde allí, es un paseo de 10 minutos.
De regreso al collado, se retoma el ascenso al último tresmil, Pointe des Fours. Tienta ir por la cresta pero parece ser que su roca es pésima. Así que proseguimos el camino.
Nos cruzamos con un gran grupo de franceses, ninguno de ellos baja de los 70 años. Admirable, especialmente cuando ves por el camino por el que bajan…
Llegamos a la última cumbre sin más novedad. En ella hay un afloramiento de serpentinita, una bonita roca verde bastante común en los Alpes.
Descendemos al Col de Fours (2976 m), de ahí al Lag du Grand Fond, y poco después al camino que hemos empleado para la subida.
D 11 Km
D+ 870 m
T 3h50’
COL DE PALET (2.652 m)
Volvemos al Refugio de Rosuel, el mismo punto de partida que el recorrido del refugio del Mont Pourri. Pero esta vez, bastante más temprano, ya que amenaza mal tiempo.
La idea es que yo saldré corriendo hacia el Refugio du Col de Palet, y Ester vaya al Lac de la Plagne a su ritmo. Dicho y hecho. No hay nadie en el camino, que es muy bueno en todo su recorrido.
En un primer tramo, es común al super popular camino del Lac de la Plagne. Al llegar a una zona de grandes bloques, el se dirige al Col de Palet se desvía a la izquierda. Realmente, ambos caminos van muy juntos, ya que discurren de forma paralela.
Al llegar a un amplio rellano, a unos 5,5 Km, el camino del Col de Palet comienza a tomar altura por la ladera izquierda. Se llega a una caseta de madera, que se pasa por atrás.
El Lac du Plan de la Grassaz es estacional, y al final del estío no queda nada de él.
Poco después del lago, se llega al Refugio du Lac du Palet, bastante majo. Y unos 10 mn más tarde, al collado. La vista, aun siendo chula, no es tan bonita como en otros lugares que hemos conocido. Hay un teleférico que llega desde la otra vertiente.
Hasta el collado he tardado 1h41’. Según los carteles, se tarda 4h45’. No está mal para un anciano de 50 años.
Vuelvo sobre mis pasos, con dirección al Refuge Entre le Lac, pero me encuentro antes con Ester. Así que, en esta ocasión caminando, regresamos al Lac du Grattaleu. Desde este lago, hay un camino que lleva al Col de la Tourne. Decidimo tomarlo, pero el tiempo aconseja no llegar a él, y coger otro camino que nos lleva al GR5 (el camino del refugio) algo más bajo. Al poco, nos damos cuenta de que ha sido una sabia decisión, ya que comienza a llover bastante.
Llegamos al coche algo mojados, pero contentos.
D 27,7 Km
D+ 1.437
T 5h40’
Los horarios anteriores incluyen parte corriendo y parte caminando.
