viernes, 20 de marzo de 2020

Wadi Ghul, el Gran Cañon de Omán

No todo en la península arábiga son desiertos, ciudades futuristas y campos de petróleo.



No hay mucha montaña, pero el norte de Omán contiene la mayor parte de ellas. En diciembre visitamos este alucinante país, en busca de su legado histórico y natural.


Y de entre las bastantes sorpresas que nos dio, se encuentra un espectacular trek en uno de los cañones más espectaculares que conocemos, el Wadi Ghul.


Wadi Ghul se encuentra en las Montañas Hajar, donde se sitúa la cima más alta del país -el Jbel Shams, de más de 3.000 m. No es posible subir a esta montaña, ya que en ella se encuentran unas inoportunas instalaciones militares.

Nuestro objetivo es el Balcony Trail un corto pero espectacular trek. El camino hasta su inicio es ya, parte de la aventura.


Salimos de Nizwa, una bonita ciudad donde tenemos el hotel. Hemos alquilado el coche más barato que hemos encontrado. Y no, no tiene tracción a las cuatro ruedas.


Paramos en un bonito mirador, donde se ven los campos de cultivo y un pueblo de adobe abandonado, algo muy recurrente en el paisaje omaní. Un poco más arriba, nos detenemos para ver el paisaje, momento en el que aprovecha un omaní con un 4x4 para ofrecernos sus servicios de transporte hasta Al Khitaym, lugar donde comienza el Balcony Walk. Decimos que no, que con nuestro KIA Río podemos llegar…. La cara que pone no es de confianza precisamente.


Con más miedo que vergüenza, continuamos por el asfalto, hasta que comienza la pista. No tiene tan mal pinta, pero claro, en 17 Km de recorrido, puede cambiar bastante. No vemos ningún turismo, todos son 4x4. Pese a ello, continuamos sin muchos contratiempos, hasta volver a la carretera.


Allí está el mirador donde (si no hay niebla) puede verse el Jbel Shams y el impresionante Wadi Ghul. Al asomarnos a la barandilla, nos damos cuenta de la magnitud del tajo en el terreno.


Casi 1.000 metros nos separan del río. El paisaje es parecido el del Cañón del Colorado: no es un cañón de perfil homogéneo, con paredes verticales que alcanzan el fondo del valle, sino una sucesión de paredes más pequeñas y valles laterales que le confieren una morfología muy compleja.


Tras unos pocos kilómetros por asfalto, toca de nuevo pista. Este último tramo, está francamente mal por lo que decidimos dejar el coche antes de la primera bajada pronunciada. Ahí aparcamos y continuamos a pie hasta el pueblo (1 Km).


El Balcony Walk se encuentra perfectamente marcado con pintura amarilla, blanca y roja, y transcurre por una faja muy amplia.


No está prácticamente acondicionado, pero en ningún momento resulta peligroso o difícil de seguir. De hecho, era un camino de burros para llegar a Sab, una pequeña e inimaginable aldea situada al final del camino.

Hay un par de miradores techados, que imaginaos serán de gran utilidad cuando pegue el sol. Hoy, sin embargo, pasan bastante desapercibidos, ya que el cielo está totalmente encapotado.


A medida que se avanza, el punto de vista va cambiando y se aprecian los diferentes contornos de la lejana ladera opuesta. Cuando se va caminando, y se mira de reojo hacia el lateral, se tiene la impresión de que se trata de un decorado de película de los años 50.


¿Como será ir por el fondo del cañón? Sería una aventura estupenda para otra incursión en el país.
En algunos momentos, es posible ver, en nuestra vertical, el pequeño pueblo de Saab Bani Khamis.


El sendero va descendiendo progresivamente desde los 1.970 m hasta los 1685 m de Sab. No hay subidas o bajadas demasiado empinadas, por lo que es muy llevadero.


En un par de secciones, el itinerario discurre bajo unos marcados techos en la pared, una bendición en caso de sol.


El final del camino es el pueblo abandonado de Sab. Está formado por unas pocas casas de adobe, que aprovechan el techo natural de la pared para encastrarse en la montaña. Y, al menos en invierno, tienen abundancia de agua, elemento que no hemos encontrado en todo el camino.


No podemos ni imaginar lo duro que sería vivir en un lugar como aquel, en una estrecha faja de terreno, entre dos paredes verticales. Sab no está habitado desde hace tiempo.


Hay unos pocos bancales, y una pequeña alberca para recoger agua.


Y ahora, comienza la ascensión, ya que se sale del punto más alto del itinerario, para llegar al más bajo (lo contrario de lo habitual).


Llegamos a Al Khitaym, y compramos un par de artesanías hechas con pelo de cabra. Es la mejor forma de colaborar con la economía local, y nos aseguramos de que, el dinero que nos hemos gastado, va "donde tiene que ir".

El último Km hasta el coche, se hace largo, pero la excursión en sí es apta para cualquiera que tenga un mínimo de forma física.

Distancia: 12 Km (10 desde Al Khitaym)
Desnivel: 380 m (340 desde Al Khitaym)
Tiempo: 3:20 (sin paradas, a ritmo lento). 3 horas desde el pueblo.