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martes, 10 de septiembre de 2013

DOLOMITAS: FERRATA MICHIELLI STROBEL A LA PUNTA FIAMMES



Cada vez que abríamos la tienda, lo primero que veíamos era la gran pared Oeste de la punta Fiames (2.240m). Y cada vez que la veíamos nos preguntábamos cómo hicieron los aperturistas para superar sin gran dificultad (3-B) los 1000 m de desnivel que separan mi saco de dormir de la cumbre.

Una vez lavada la cara y con la mente algo más despejada mirábamos de nuevo. Y, aunque complicado y, sin duda audaz, sí, por allí puede ir una ferrata sin demasiada dificultad.
El camino comienza en el Hotel Fiammes, a sólo 3 Km de Cortina d’Ampezzo y a unos 800 m del camping Olimpya donde nos alojábamos. Un camino bien señalizado es el responsable de aproximarnos a la ferrata. Los primeros 200 m de desnivel son salvados por el senderillo que serpentea por terreno rocoso. Y allí arriba, la imponente presencia de la tapia.

Una vez en la base de la pared, nos ponemos el equipo y comenzamos a caminar (derecha) por una terraza amplia con matorral de pino (Pinus uncinata). Se tarda un ratillo hasta alcanzar el primer resalte.



 
La ferrata es discontínua, intercalándose pasajes equipados con caminatas a través de terrazas en el medio de la pared.


 
La sensación de verticalidad es notable, sobre todo cuando nos fijamos en el camping o en el campo de fútbol.


La escalada es sencilla, pudiéndose apurar mucho sin tocar el cable. Algunos estribos, barras y una escalera de gato nos permiten superar los pasajes más complicados.








A la cumbre se llega tras unas 2,5 horas de escalada, y después de superar 600 m de irregular ferrata.






No cantemos victoria. Queda bajar. Descendemos hasta la Forcada di Pomagagnon (un tramo está equipado con pasamanos), y de allí por la incómoda e interminable pedrera en sentido SE. Durante el descenso, todos tenemos el mismo pensamiento: 





¿No habría sido mejor destrepar todo?... Sin duda, no es la opción más factible, pero seguro que, en esos momentos, la más apetecible,
Tras 1 ó 1,5 horas, se llega a la vía verde que cómodamente nos lleva de nuevo al punto de partida.


viernes, 6 de septiembre de 2013

UN VERANO EN DOLOMITAS



Dolomitas. Para los que llevamos meida vida pensando en montañas, esta palabra es tan mágica para nosotros como ‘Eiger’, ‘Himalaya’ o ‘Tibet’. En Agosto tuvimos la fortuna de transformar la imagen que teníamos de esos montes en una realidad, pétrea y vertical.

Apenas tenía buenos recuerdos de los Alpes. Sí de los momentos compartidos en estas montañas, de los compañeros, los viajes en C15 y el hambre que pasábamos cuando apenas nos cubría el presupuesto para la gasolina. Pero casi ningún recuerdo agradable de Alpes en sí mismos. La meteorología nos había tratado espantosamente mal en todas las visitas anteriores, y veníamos preparados para ello. Sin embargo, en esta ocasión, casi agradecimos los (pocos) días de mal tiempo para descansar y hacer turismo. Fue un acierto –y suerte también- elegir la segunda quincena de Agosto, al menos en este aspecto. En estos 10 días de montaña hicimos un puñado de ferratas y paseos que, sin duda, nos han dejado ganas de regresar.
Ahí van algunos datos prácticos. En otras entradas, describo específicamente las dos que más nos han gustado.

DOLOMITAS: GUIA RÁPIDA PARA PRIMERIZOS

Las ferratas dolomíticas: nada que ver con las ferratas ibéricas.

Hemos realizado en Cataluña y Levante algunas ferratas, y nos creíamos incluso ‘algo expertos’ en la materia. Sin embargo, Dolomitas nos dio una buena lección de humildad. La primera y gran diferencia que encontramos es la ausencia casi total de escalones (estribos) hincados en la pared. En Dolomitas, el cable de acero es la única ayuda de la que, habitualmente, se dispone. En consecuencia, las dotes escaladoras del ferratista son importantes, no tanto para superar las vías (tirando de cable, salen todas) sino para disfrutar de las mimas. La gracia está en apurar en libre (utilizando el simil de escalada) todo lo que se puede, agarrando el cable sólo cuando  estamos realmente pillados.

Horarios, graduaciones, etc.

Nosotros nos guiamos con el libro ‘Via ferratas of he Italian Dolomites: Vol1’ de la editorial Cicerone. Los horarios y dificultades son bastante fiables. Con respecto a la escala, comentar que hay bastantes, y que habitualmente describen dificultad y compromiso separadamente. La del libro reseñado utiliza un número del 1 al 5 para la dificultad, y una letra (A, B y C) para el compromiso.
Ojo con los descensos, a veces son pedreras ‘entretenidas’

Material.

Se ven cosas muy raras por Dolomitas. Abundan los ‘ferratistas’ que no utilizan disipador, casco, mosquetones específicos… Considero imprescindible un disipador homologado (quedan descartados los de fricción),  casco y algún anillo de cinta. Las botas semirígidas van muy bien. En alguna vía utilizamos técnicas de encordamiento en ensamble. Si no se dominan estas modalidades, no aportan seguridad y por tanto es mejor que cada cual sea responsable de su propia seguridad.
Dónde y Cuándo
Nosotros fuimos del 10 al 24 de Agosto. En julio podemos encontrar nieve en bastantes ferratas (este año en casi todas), y a principios de Agosto hay más riesgo de tormentas. A toro pasado, la mejor época probablemente sea finales de agosto o principios de septiembre, en esta época hay mucha menos gente. Con respecto a este aspecto, decir que los factores: fácil + accesible + famosilla determinan la presencia de gente. Es una actividad de moda, y, además de Italianos, encontramos muchos eslovacos, checos, polacos, etc. No esperéis disfrutar de la soledad de las montañas.

UN PUÑADO DE FERRATAS

RA GUSELA (1-A) y AVERAU (2-A)

Fáciles itinerarios que parten del Passo Giau. El segundo de ellos tiene una entrada algo verticar que puede impresionar, pero no resulta complicado. 




Se pueden hacer en una jornada de forma muy holgada.

SENTIERO DE LA FORCIELLA + MTE PATERNO (1-B)

Esta preciosa combinación es presidida por las famosas Tre Cime di Lavaredo. El Sintiero Atrezzatto, discurre por antiguos escenarios bélicos, siendo sencillo y muy agradable. La ascensión al Paterno, un poquillo más complicada, nos permite alcanzar un mirador extraordinario de las Tre Cime.
 
Paisajísticamente impresiscindible, echamos de más las hordas de turistas en la base de la montaña, los atascos en coche, y el peaje (22€) para subir hasta el aparcamiento.

MARINO BIANCHI A LA CIMA DI MEZZO (2-B)

Esta vía nos hace disfrutar de un ambiente muy de alta montaña. Sencilla, pero sin dejar apenas pasos en los que podemos bajar la guardia. 



Nosotros la combinamos con la primera parte de la Ivano Dibona, sobre todo para pasar por su famoso puente.

SINTIERO ASTALDI (1-A) + OLIVIERI (1B)

Combinación de senderos equipados (atrezzattos), en los que destaca el precioso color de la tierra del Astaldi. En el refugio de Pomades vimos con envidia la ferrata de Punta Anna, que desde el suelo parece un viote, con mucho ambiente y aéreo… para otra ocasión.



ARISTA OESTE DE PUNTA PEMIA, MARMOLADA (4-C)






Esta ruta merece una entrada en el Blog… prometido ¡¡

STROBEL A LA PUNTA FIAMMES



Idem, una entrada para esta preciosa ferrata.

miércoles, 30 de mayo de 2012

CAP DE SETMANA DE FERRADAS

El pasado finde hicimos un par de superclásicas entre las ferratas. Baumes corcades (en Centelles) y la Teresina, en Montserrat.

Si tuviéramos que comparar las dos ferratas, en cuanto a estilo, con la escalada 'de verdad' sería muy sencillo: La baumes corcades es deportiva: fácil y cómoda aproximación, equipada perfectamente y pasos espectaculares. El carácter, ambiente, longitud y equipamiento de la Teresina, unido a que se llega a una cima preciosa (sant Geroni, techo de Montserrat) la hace asemejarse mucho más a una escalada clásica de alpina.

BAUMES CORCADES 

La vía se divide en cuatro tramos separados por cortas pero pronunciadas caminatas. El primer tramo empieza fuerte, con tres paredes verticales, que nos suben de golpe más de 60 metros y con un par de desplomados pronunciados. 



Desde aquí ya contemplamos una magnífica vista del Montseny, de Centelles y de todo el valle surcado por el río Congost, que no perderemos en todo el recorrido.Toda la vía está bien señalizada, el camino en amarillo y la vía ferrata en rojo, pudiendo escoger en todo momento que itinerario tomar.

El segundo tramo se inicia dejando atrás una valla para el ganado. Avanzamos lateralmente hasta llegar a una indicación de puente Nepalí, donde podemos subir por la variante difícil, o continuar avanzando de frente, fácil.










La variante difícil consta de un tramo muy bonito y aéreo. Le sigue el famoso puente, que de buenas a primeras impresiona por su longitud. Pasarlo toma unos 5-10 minutos pero parecerán muchos más. El puente se mueve mucho por el efecto de nuestros pasos, lo que incrementa el miedo y la sensación de inseguridad. La llegada es un auténtico alivio. Sin embargo el puente puede ser una mala experiencia para cualquiera, excepto si eres trapecista... Luego la vía se une y continua en un paseo horizontal de 45', que recorre toda la montaña.


Aquí llegamos a una nueva bifurcación. Para abajo tomamos la Variante de la Tosquera, inaugurada el 2006, con dos opciones, una muy fácil y otra muy difícil, el Tram de l'Esperó. Si tomamos esta variante la ruta se incrementa en 25' y el recorrido aumenta en dificultad, con un par de desplomados atléticos y pasos expuestos. Si no tomamos la nueva variante, superamos un último paso vertical ascendemos hasta un llano, donde se une la nueva variante de la Tosquera, cruzamos una carretera asfaltada y después de caminar 15' llegamos a lo que era el símbolo de esta vía ferrata: La escalera. Este cuarto tramo es el más deportivo, con 3 desplomados seguidos y el paso de la escalera que nos llevará a la cima.

El descenso, siguiendo puntos amarillos, baja con alguna ligera complicación convenientemente suavizada con grapas y cuerdas.







http://deandar.com/ferratas/via-ferrata-baumes-corcades

TERESINA


Aparcamos frente la ermita de Santa Cecília y el refugio Bartomeu Puiggròs.

Cruzamos la carretera y vamos a buscar el GR-172. Dejamos un transformador a la izquierda y subimos. Abandonamos el GR a la altura de la Canal de St. Jeroni y subimos hacia arriba hasta la font de la Teula.
Salimos de la canal por un paso equipado, hasta reencontrarla un poco más arriba. La canal se bifurca, tomamos la derecha, marcas azules poco visibles. Todo este trayecto resulta incómodo y antipático. Atentos a mano derecha a encontrar las primeras equipaciones de la Teresina. Si seguimos de frente nos habremos pasado de largo y llegaremos a las cadenas del la Canal del Mejillón.



La vía se inicia en la canal del Mejillón, por un paso equipado con una grapa serrada, buen indicador del inicio y una cadena. Después encontramos un paso encajonado entre grandes bloques, esta vez equipado con grapas y cadenas. Posteriormente, encontramos un puente nepalí muy corto, que no es sino una variante del recorrido original.
Después de subir por un plano inclinado, llegamos a un puente natural de roca y a uno de los pasos más aéreos de la vía. Bien equipado quedamos suspendidos encima de la canal del Mejillón y podemos contemplar el inicio de la vía y la paralela canal de St. Jeroni.

Superado este resalte avanzamos con la ayuda de cadenas por un tramo inclinado pegados a la pared. Llegamos a una pequeña cima y podemos contemplar, las paredes frontales de Montserrat y la pared de Santa Cecíla.


 El camino gira 180 grados y nos lleva hacia una pequeña canal equipada con cadenas y numerosas grapas hasta llegar a la cima de Santa Cecília. Hemos recorrido la mitad de la vía y podemos contemplar a lo lejos el Mirador de Sant Jeroni y la estrecha chimenea por la que afrontaremos el paso más difícil. Desde aquí sólo decir que impresiona... En la cima de Santa Cecília podemos instalar un rapel de 20 metros o destrepar por una instalación de mini-grapas, más fácil de lo que parece.



 Para seguir en la vía continuamos de frente subiendo por un estrecho camino y superamos varios planos inclinados con la ayuda de cable. Finalmente llegamos a través de una canal deteriorada por las lluvias a la chimenea final. Quizá el tramo más complicado se encuentra al principio, equipado con una cadena. Después subimos con la ayuda de mini-grapas y con grandes grapas a medida que la chimenea se abre.


Llegamos al final de la vía, exhaustos, por un estrecho corredor que sube directo al mirador de Sant Jeroni. Con estas vistas se nos hace difícil pensar que hemos subido por tan escarpada ladera con profundas canales y paredes verticales.



















http://deandar.com/ferratas/via-ferrata-teresina