viernes, 30 de mayo de 2014

¿DONDE DIABLOS HICE ESTA FOTO?

Sin duda, todos nos hemos hecho en alguna ocasión esta pregunta. Hace tiempo, apuntaba en una libretita los sitios donde iba y las diapositivas* que hacía. Ahora, en plena época digital, hay otras posibilidades. Y no hace falta que cambiéis la cámara.


*Diapositiva, para aquellos que no han cumplido los 20: imagen que se proyectaba en una pantalla de tela, delante de la cual se reunía un grupo de amigos que, con la excusa de ver la 'proyección' se tomaban unas cervezas y pasaban un buen rato. La manera de compartir contenidos de hace 20 años.


En la película "Si hoy es martes, esto es Bélgica", se satirizaba sobre los frenéticos viajes en los que se pretende recorrer mil sitios en unas breves vacaciones. Sin duda, los protagonistas de la comedia tenían serios problemas cuando, de regreso a casa, debían poner en orden todas las "diapos" o fotos.La era digital ha dado al traste con este incordio, y si afinamos, podemos hacerlo de forma gratuita.

El GPS, ese gran aliado

El GPS ha pasado de ser un instrumento usado casi exclusivamente por topógrafos, navegantes y pilotos a un accesorio imprescindible de cualquier cacharro tecnológico que se precie. Coches, tablets, móviles, relojes y por supuesto, cámaras.


Cámaras con GPS, la solución más evidente.

Sí:  haberlas haylas. Sin embargo, y sorprendentemente, las cámaras no han adoptado como estándar la incorporación de un receptor para georreferenciar las imágenes. Lás cámaras que montan GPS suelen ser las más orientadas al deporte, como la serie Optio de Péntax, o la Tough de Olympus. Sin embargo, es raro encontrar GPS en cámaras Reflex, bridge o compactas. ¿Por qué todos los móviles tienen GPS, pero no así las cámaras?. Hay una razón para ello. Normalmente, el tiempo que transcurre entre encendido de la cámara y disparo o es muy breve, normalmente, segundos. Y en ese corto intervalo no da tiempo a localizar satélites y establecer la posición con suficiente precisión. Algunas cámaras permiten mantener el GPS encendido aunque la cámara esté aparentemente apagada. Se soluciona así el problema anterior, pero se generará otro mayor: la duración de las baterías.


GPS externo conectado a la cámara. 

Vale, tu cámara no tiene GPS. Las que sí lo llevan, son mucho más caras. O no encuentras el modelo que aúna tus ansias geolocalizadoras con tus necesidades como fotógrafo. Alguien ha visto en este problema una oportunidad, y ha diseñado receptores GPS que anexan la etiqueta de coordenadas al archivo generado al apretar el gatillo. No todas las cámaras tienen entrada para este tipo de receptor, y además no son universales (válidos para todas las cámaras). El precio tampoco anima ya que rondan los 100€. Una parte positiva es que no afectan a la duración de las baterías de la cámara, ya que incorporan unas propias.





Y ¿qué tal si utilizamos el inseparable móvil para georeferenciar?

Los móviles poseen algunas características que los hacen potencialmente aprovechables para estos menesteres: SIEMPRE los llevamos encima,  están SIEMPRE encendidos y con el GPS activado. Además, la red de estaciones base, colabora con el receptor GPS para determinar de forma precisa las coordenadas, en lo que se conoce como A-GPS o GPS asistido. Es decir, aporta coordenadas con cierta calidad (dependiendo del modelo, claro), y de forma contínua. ¿Por qué no aprovechar este potencial?. Hagámoslo, es muy sencillo.

PRIMER PASO; SINCRONIZACION

La clave de este invento es la sincronización del reloj interno de la cámara y el móvil. Si el móvil tiene la opción de tomar la hora de la red, mejor, ya que tiene una enorme precisión. 
Cada cámara tiene un proceso diferente para configurar la fecha y hora. Lo que es importante es que coincida con la del móvil lo más posible (10 segundos de diferencia es asumible, 10 minunos no lo es).

SEGUNDO PASO: GRABAR UN TRACK

Son muchas las aplicaciones que permiten grabar un track (serie de coordenadas que conforman un itinerario) tanto en Android como en iOS. Algunas, además, están especialmente diseñadas para este fin, como "Geotag It", disponible para ambos sistemas. En cualquier caso, se genera un fichero por cada track, habitualmente con extensión .GPX

El proceso es sencillo. Cuando nos dispongamos a comenzar nuestro periplo fotográfico, activamos la aplicación en el móvil para que grabe el track. Si andamos mal de batería, es recomendable desactivar los datos y todas las conexiones inhalambricas (Wifi, Bluetooth...). Y nada más, solo nos queda apretar el gatillo sin separarse demasiado del móvil.

Lógicamente, podemos utilizar un GPS 'dedicado', (normal, los de toda la vida) para generar el fichero de coordenadas. En este caso, la hora facilitada por el GPS es muy precisa.

TERCER PASO: PROCESAMIENTO DE LOS DATOS.

Una vez en casa, descargaremos las fotos y el / los ficheros en nuestro ordenador. Necesitaremos algún programa que sea capaz de buscar qué coordenada tomada en el fichero GPS se aproxima más a la hora en que fue tomada cada una de las fotos. Hay muchos programas que son capaces de realizar este trabajo. De entre los gratuitos destacamos los siguientes:


Hay más, pero las funcionalidades son básicamente las mismas. La mayoría de los programas de procesamiento de imágenes (Lightroom, PhotoShop, etc)  llevan incorporada esta funcionalidad, por lo que no tenemos que bajar SW extra a nuestro petado ordenador.

Una vez georeferenciadas, podremos disfrutar de esta funcionalidad en la mayoría de los programas de procesamiento de fotos: Lightroom, Picasa, etc.












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